Crece la desocupación
Fuente: La Jornada Por Carlos Fernández- Vega Si por volumen de discursos fuera, México sería la primera potencia mundial, y si la medición se hiciera por número de promesas, entonces sus habitantes cómodamente despacharían en el paraíso. Pero transcurren los años, pasan los sexenios, crece el número de aquellos y se acumulan las ofertas fallidas, y nada de nada, porque la realidad –el peor enemigo de los políticos– impone su ritmo. Para no ir más lejos, cuando Enrique Peña Nieto se instaló en Los Pinos, y con él el grueso inventario de promesas notariadas (especialmente las referidas a generación de empleo y salario remunerador), la...
Read More