¿Pocos grandes o muchos pequeños?
Fuente: El Economista.
Por: Esteban Moctezuma Barragán.
Hemos conocido recientemente datos preocupantes sobre la situación que guarda la economía nacional.
Aún no generamos la base productiva para crear 1 millón 700,000 empleos que demanda la población. Han salido del país 29,000 millones de dólares. Se redujo el pronóstico de crecimiento a 2.77% y el endeudamiento público se incrementó en 19,000 millones de dólares.
No existen muchas alternativas para acelerar el crecimiento económico para la creación de una base productiva sólida.
Pero, un pensamiento alternativo a la tradicional posición de sólo pegarle a las grandes empresas y buscar el financiamiento del gasto público a través de más impuestos, es propiciar el crecimiento de pequeñas y medianas empresas en una cuantía tal que impacte en la calidad de vida general, como sucede en muchos países europeos.
El impulso a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) es una alternativa para la creación de empleos, fortalecimiento del consumo y apoyo a la economía familiar.
Según la OCDE vamos iniciando un buen camino. Sólo México, Tailandia, Bélgica y Hungría mostraron un incremento de créditos a esas empresas en el periodo 2011-2012, aunque la proporción de estos créditos frente a las demás empresas sigue siendo pequeño (12 por ciento).
La banca presta mucho para el consumo. Dar crédito a las pequeñas empresas es prestar para la inversión.
Las mipymes tienen un gran impacto en el empleo por unidad de inversión.
Según el Inegi entre abril del 2009 y mayo del 2012 se han creado seis nuevas mipymes por cada 100 ya existentes. Esto es, un crecimiento de 1.7% anual. Pero se crearon 23 empleos por cada 100 ya existentes.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, en el 2012 de los 4 millones de empresas que había en el país 99% eran mipymes, que crearon 72% de los empleos existentes.
Las mipymes requieren de menor inversión para su creación y cuando alguna desaparece, las consecuencias no son tan negativas como las provocadas por una empresa grande.
México ya no puede esperar. El impulso a la creación y mejora de más mipymes debe ser sustento de la política económica y abono a la seguridad nacional.