Credo de un Empresario Independiente
- Creo en un México próspero y justo.
- Creo que eliminado los obstáculos se libera la creatividad y la laboriosidad de todos los ciudadanos para su éxito y despegue.
- Creo que es necesario remover las políticas públicas que anteponen el interés del Estado frente al de los ciudadanos.
- Creo que el Empresario Independiente es la principal fuente de empleo, innovación, competitividad y crecimiento. Es esencial para disminuir la creciente desigualdad en el país. Es nacionalista y permanece con su comunidad a pesar de las adversidades. Su actividad es la escuela fundamental del emprendimiento empresarial, por lo que debe ser apoyado y nunca obstaculizado.
- Creo que la participación política del Empresario Independiente es indispensable para defender sus legítimos intereses y promover las políticas públicas necesarias para su crecimiento.
- Creo que los monopolios y oligopolios, públicos y privados, son fallas en el libre mercado que deben ser eliminadas. Sus rentas excesivas y precios exagerados disminuyen el incentivo a invertir y reducen la productividad nacional.
- Creo que la política macroeconómica debe lograr estabilidad y desarrollo económico de manera simultánea, generando los empleos suficientes para incentivar la inversión pública y privada.
- Creo que el Estado no debe cargar al ciudadano el costo de sus ineficiencias. Esto desmotiva la iniciativa particular, impide la asignación correcta de responsabilidades y reduce la motivación política para corregir los problemas del sector público.
- Creo que el Estado debe ser austero, eficaz, eficiente, honesto y ejemplar. No se justifica el aumento en la carga fiscal mientras sigan existiendo dispendios presupuestales y omisiones por parte de los funcionarios públicos.
- Creo que un Estado benefactor es incapaz de generar los empleos suficientes. Por ello debe ser regulador y proveer entonces un clima de oportunidades adecuado a los ciudadanos, a fin de que éstos puedan invertir sin obstáculos ni dificultades.