Niveles de pobreza en México sin cambios en últimos 20 años: OCDE
El organismo multilateral advierte a México que, en la lucha contra la pobreza, debe ir más allá del alivio social, invertir más recursos en políticas urbanas y territoriales.
Fuente: eleconomista.com.mx
En los últimos 20 años los niveles de pobreza en México no han cambiado debido a la reducida tasa de crecimiento de la economía y la desigual distribución de los ingresos, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En el informe “Diagnóstico de desarrollo territorial de México”, la OCDE indica que la pobreza es un asunto clave en México: en el 2012, 53.3 millones de mexicanos vivían esta condición, es decir 45.5%, y si bien la tasa de pobreza descendió ligeramente desde la mitad de la década de 1990 hacia mediados de la primera década de este siglo, sin embargo, volvió a aumentar con la crisis financiera mundial.
De acuerdo con este organismo multilateral, México es el único país latinoamericano que registra una tendencia regresiva en materia de reducción de pobreza y es la segunda nación más desigual de los 34 estados miembro de la OCDE, sólo después de Chile.
En OCDE se señala que los ingresos medios anuales de 10% más rico de la población mexicana eran 27 veces más altos que 10% más pobre. Asimismo, indica que el porcentaje de las personas que viven en pobreza varía considerablemente entre los estados mexicanos.
Según la OCDE, la pobreza surge, en gran parte, del amplio sector informal de trabajos de bajos salarios con una reducida productividad, la falta de acceso y las limitaciones de las redes de seguridad social.
Geografía de la pobreza
La tasa de pobreza muestra una sólida correlación con el desarrollo general, y es mayor en el sur, sureste y parte del centro. Alcanza 74.7% en Chiapas; 69.7% en Guerrero; 64.5% Puebla; y 61.9% Oaxaca. En tanto, en Nuevo León es de 23.2%; Coahuila 27.9% y Distrito Federal presenta un 28.9 por ciento.
De acuerdo con la OCDE, más de la mitad de la población vive en pobreza en 11 estados mexicanos y los niños, mujeres y personas mayores corren un alto riesgo de caer en pobreza extrema, es decir, aquellas personas con ingresos inferiores al nivel mínimo de bienestar y que sufren al menos tres de las seis debilidades sociales en materia de alimentación, educación, vivienda y acceso a la seguridad social.
El diagnóstico resalta que, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en el 2012, 11.5 millones de personas vivían en extrema pobreza en México, es decir, 9.8% de la población total.
La pobreza extrema está aún más concentrada geográficamente que la pobreza. En Oaxaca 1.6 millones de personas viven en esta extrema condición y, junto con el Estado de México y Puebla, estas entidades representan el 60%del total nacional. Las personas en extrema pobreza representan el 32% de la población en Chiapas y 2.2% en el Distrito Federal.
Asimismo, OCDE indica que la mitad de las personas en extrema pobreza viven en zonas urbanas (es decir 6% de las personas que habitan estas áreas) y la otra mitad en rurales (ello significa un 21.3% de los ciudadanos que habitan estas zonas).
La OCDE informa que en el 2012, 7 millones de personas sufrían pobreza alimentaria extrema en México (ello incluye a aquellos que tienen dificultad para obtener alimentos y viven en pobreza extrema). Esta cifra incluye a 3.3 millones menores de 18 años y 1.3 millones de indígenas. En seis estados, más de medio millón de personas viven en pobreza alimentaria extrema: Chiapas, Oaxaca, Estado de México, Guerrero, Puebla y Veracruz.
La OCDE recomienda a México invertir más recursos en reducción de pobreza y el crecimiento de la productividad, así como en políticas urbanas y territoriales. Para que la política regional tenga éxito, debe ir más allá del alivio social.
Este organismo señala que el enfoque de las políticas sociales -en particular la Cruzada Nacional contra el Hambre y el programa Oportunidades- va en la dirección correcta, ya que integra la reducción de pobreza, con infraestructura social y promoción del empleo, sin embargo, sugiere implantar, supervisar, ampliar y mejorar de forma rápida.