Motor sin fuerza
Fuente: Reporte Índigo
Por Alejandro Dabdoub y Rolando Hinojosa
La informalidad tiene consecuencias sobre el crecimiento económico. Las grandes empresas formales tienen altos niveles de productividad, mientras que las pequeñas y medianas informales son muy ineficientes.
México, la informalidad tiene efectos negativos para el crecimiento económico del país, ya que es menos eficiente que el sector formal.
La consultora McKinsey & Company muestra que la producción por empleado en México cayó de 18.3 dólares por hora en 1981 a 17.9 dólares por hora en el 2012.
Esta caída en la productividad ha resultado en un menor crecimiento económico durante el mismo periodo.
Para alcanzar un objetivo de crecimiento del 3.5 por ciento, McKinsey estima que la productividad del país tendría que ser tres veces mayor a la actual.
McKinsey argumenta que la caída en la productividad se debe a las diferencias de productividad entre las empresas grandes (aquellas con 500 ó más empleados), y las pequeñas (aquellas con 10 ó menos empleados), en especial porque las segundas representan una parte cada vez mayor de la fuerza laboral.
En promedio, en las grandes compañías la productividad ha crecido 5.8 por ciento anualmente desde 1999, mientras que la de las pequeñas empresas ha caído 6.5 por ciento cada año durante el mismo periodo.
Así, las empresas más pequeñas mantienen un nivel de productividad 50 veces más bajo que el de las empresas más grandes.
Informalidad y desigualdad
El crecimiento de la participación del sector informal en la fuerza laboral también tiene como consecuencia la permanencia de la desigualdad.
Esto se debe a que en promedio las empresas pequeñas e informales pagan salarios mucho menores que los de las grandes empresas, utilizan personal menos capacitado y tienen mayores probabilidades de fracasar.
Además, al operar dentro de la informalidad las empresas pueden pagarle a sus empleados en efectivo, sin contribuir a los servicios públicos de salud y de pensiones.
La revista The Economist reporta que las empresas pequeñas e informales le cuestan al país en términos de eficiencia, tecnología e innovación, y son más vulnerables a extorsión por parte del crimen organizado y autoridades corruptas.
Informales sin crédito
La consultora McKinsey & Company señala la falta de financiamiento como uno de los grandes problemas al que se enfrentan las empresas mexicanas.
La gráfica muestra cómo, en comparación con Estados Unidos, en el país conseguir cualquier tipo de financiamiento es más costoso.
Esta diferencia crece exponencialmente cuando se trata de créditos dirigidos a pequeñas y medianas empresas.
Sin acceso a un buen crédito, el crecimiento de las empresas se entorpece. Además, la falta de recursos impide que la mayoría de los informales realicen el salto a la formalidad.
De acuerdo con el Banco Mundial, aproximadamente el 53 por ciento de las empresas medianas en México no pueden satisfacer sus necesidades en el sistema financiero actual.
Esta cifra crece de manera considerable en el sector informal, donde a menudo es más necesario.