México, uno de los países más desiguales de la OCDE
Fuente: Excélsior.
La organización destaca en su informe que México, Chile y Turquía son naciones en las que la brecha se va reduciendo.
Publicado por Felipe Gazcón el Miércoles 05-03-2014
CIUDAD DE MÉXICO.- México es uno de los países más desiguales de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), pero la buena noticia es que a pesar de que la disparidad es muy grande, también es uno de los pocos países, junto con Chile y Turquía, “que tiene una tendencia a la baja de disparidad”, afirmó Gabriela Ramos.
Durante la presentación del estudio How’s Life? 2013, la jefa de gabinete de la OCDE y sherpa de los trabajos del G20, precisó que la relación entre los ingresos más altos con los más bajos de la organización es de nueve veces, y en países más igualitarios como los nórdicos es de siete veces.
En Estados Unidos es de 14 veces, en México es de 25 veces –aunque va a la baja la inequidad– y en Brasil es de 55 veces.
De acuerdo con los indicadores de distribución del ingreso de la OCDE a 2010, México es el segundo país con la mayor desigualdad dentro de las 35 naciones de este club de países, con una medición de 0.47 puntos en el índice de Gini, mientras que Chile fue el más inequitativo con 0.50 puntos.
En el índice de Gini, cuando un país se acerca más a la unidad, tiene una peor distribución del ingreso o es más desigual, mientras el que más se acerca a cero, significa que la distribución de la riqueza es más equitativa.
Los datos revelan que en 1990 las cosas estaban peor en México en materia de inequidad, ya que el país tenía un índice de Gini de 0.52 puntos y Chile de 0.53 puntos. Turquía tenía una desigualdad de 0.49 puntos y en 2000 la bajo a 0.41 puntos.
En contraste, los datos de la OCDE revelan que el país menos desigual es Islandia con 0.24 puntos. Aunque aumentó la desigualdad en los países nórdicos, aún son los que tienen una mejor distribución de la riqueza en promedio.
En Noruega, la desigualdad pasó de 0.24 puntos en 1990 a 0.25 puntos en 2010, mientras que en los mismos años Dinamarca experimentó una variación de 0.21 y 0.25 puntos.
En Finlandia el índice de Gini pasó de 0.23 a 0.26 unidades.
Ingresos bajos
Ramos destacó que en el estudio ¿Cómo va la vida?, un informe que recopila por primera vez indicadores internacionalmente comparables en materia de bienestar, se desprende que en términos relativos los ingresos son muy bajos en México, pero en paridad de poder de compra no se es tan bajo.
Los datos de la OCDE muestran que el ingreso neto per cápita disponible de los jefes en los hogares mexicanos es el penúltimo más bajo del club de países al ubicarse en diez mil 216 dólares, sólo supera al de Chile de nueve mil 843 dólares.
Otros países de ingresos bajos son Estonia, con 11 mil 739 dólares por año; Hungría, con 11 mil 926; y Rusia, con 12 mil 457.
En tanto, las naciones con ingresos más altos son Estados Unidos, con 34 mil 50 dólares por año; Noruega, con 28 mil 368 dólares; y Canadá, con 26 mil 903 dólares.
El reporte mide 11 factores cruciales que van desde los indicadores clásicos como el ingreso y el empleo, la salud, la educación y el contexto local, hasta la seguridad personal, la desigualdad entre los grupos sociales y la satisfacción general con la vida.
“Muestra que en México se trabajan las jornadas más largas de la OCDE, pero son muy poco productivas. Ahí hay un reto”, señaló Ramos.
Un área en donde el país se distingue, “y ahí hay que seguir poniendo todo el esfuerzo”, es el tema de la seguridad.
En comparación con la OCDE, la diferencia es dramática entre la barra en crecimiento de homicidios dolosos en comparación con el promedio. “Eso justifica el por qué los mexicanos tienen un interés respecto a este tema”, agregó.
Más retos
Luis García López, primer visitador de la CNDH, dijo que el reto de las políticas públicas es construir el mayor número de indicadores para que se alcance el máximo bienestar.
Juan Lozano, secretario general de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, afirmó que al dar a conocer el estudio, la OCDE está poniendo el dedo en la llaga, ya que reconoce que hay elementos de medición del bienestar que tienen que ver con el estado de ánimo de la población.
EFECTOS
1.- La Seguridad Social se está constituyendo en un elemento esencial del bienestar, y de no resolverse a corto plazo este problema en México, de nada servirán los avances logrados en años recientes.
2.- En México, al igual que en el resto de los países de la OCDE, hay una tendencia hacia la desconfianza en las acciones del gobierno y en general hay insatisfacción, pero eso puede cambiar este año.
Los indicadores afirman: somos pobres, pero felices
A pesar de los bajos salarios, las largas jornadas laborales y la inequitativa distribución de la riqueza, la población mexicana manifiesta que es más feliz en comparación de las personas de países ricos.
El estudio ¿Cómo va la vida? de la OCDE revela que las mujeres mexicanas muestran una alta satisfacción ante la vida, con 7.1 puntos, y los hombres de 7.2 puntos, en una escala de 0 a 10.
En tanto, el promedio de las mujeres de la OCDE es de 6.7 unidades y los hombres de este club de países 6.6 puntos.
Esto es lo que la OCDE llama la medición del bienestar subjetivo.
Gabriela Ramos, jefa de gabinete de la OCDE, comentó que en Francia, a pesar del mayor bienestar económico, de que todo está muy ordenado y limpio, se percibe un mayor descontento de la gente.
“No sé a qué se deba que en México haya una mayor nivel de satisfacción y una gran sonrisa, quizás sea el sol que tenemos en México”, bromeó.
Dijo que al ser indicadores subjetivos y no basarse en otros indicadores, sino en lo que la gente percibe y reporta, pueden ser más volátiles y cambiar de un momento a otro.
Expuso que los europeos tienen una mentalidad muy equilibrada de no dar toda la vida en el trabajo, mientras que en México las largas jornadas constituyen un reto de las políticas sociales.
Comentó que el estudio muestra que la esperanza de vida al nacer de las mujeres en México es de 77 años, y de los hombres 71 años, mientras que en las naciones de la OCDE para las mujeres es de 83 y los hombres 77 años.