Inversión y confianza empresarial, debilidad de la economía
La economía mexicana sigue en la ruta de la desaceleración, los resultados de la inversión y de la confianza empresarial lo confirman.
Fuente: La voz de la industria. Vol.4 No. 57
Por José Luis de la Cruz Gallegos.
Director IDIC.
Se debe tener claridad, México enfrenta un problema que no solamente se restringe a la volatilidad del tipo de cambio, el precio del petróleo y la parte del sistema financiero más especulativo, la actividad productiva también señala el avance de factores que anuncian una mayor desaceleración de la economía.
La inversión y confianza representan dos caras de la misma moneda, si se pierde esta última los empresarios moderan los flujos de capital que destinan a los sectores productivos y como resultado se tiene una ralentización del crecimiento económico y la generación del empleo. La inversión es esencial para renovar la infraestructura, maquinaria y equipo, cimientos de la productividad y la competitividad.
Para una nación es estratégico mantener los flujos de inversión, un retroceso implica correr el riesgo de ser desplazados por la competencia global. Por definición los empresarios son optimistas, confían en que su inversión generará rendimientos. Cuando la confianza disminuye se pierde uno de los fundamentos que impulsan al emprendimiento y con ello a la inversión.
México debe retomar ritmos de inversión más acelerados, y para ello es fundamental que se eleve la confianza de sus empresarios. La inversión extranjera no es suficiente, en realidad es la más pequeña para nuestra economía, es preciso fortalecer el entorno que viven las empresas que producen en México, especialmente las nacionales, ellas son la verdadera fuente de empleo y crecimiento que llega a todas las regiones y sectores productivos del país. Continuar leyendo […]