Fricasé / El Abogado del Pueblo

Con mayoría de Morena, los Diputados aprobaron ayer ELEVAR los impuestos, o derechos, a quienes ofrecen servicios al público de internet o telefonía celular.

Obviamente, este incremento en los derechos, o IMPUESTO, lo acabarán pagando los usuarios.

O sea, por ejemplo, los NIÑOS que están llevando clases por internet, entre otros.

¡Qué manera de apoyar la economía hogareña de los ciudadanos!

Salta a la vista que esta decisión de los morenistas es una muy mal pensada, que sólo contempla la recaudación, pero no cómo afectará al pueblo, a los ciudadanos, a los usuarios de estos servicios, que son quienes pagarán los platos rotos.

No se requiere ser un gran economista para determinar que elevar impuestos en plena recesión, cuando se contrae nuestra economía, justo al perderse millones de empleos, resulta ser una muy mala idea.

No sabemos a ciencia cierta de quién fue la ocurrencia, pero no tardará mucho el pueblo en enterarse a quién debe agradecer tanta «consideración».

Resulta muy poco lo que esta medida incrementará la recaudación, pero el efecto de encarecerle al pueblo estos servicios básicos impactará negativamente en la economía hogareña de millones de mexicanos.

Impactará negativamente también este incremento en la competitividad de nuestra planta productiva en relación a nuestros competidores en el exterior.

Todo lo que encarece el costo de hacer negocio en México nos resta competitividad, productividad, nos merma la eficiencia en relación a India o China, y otros países pertenecientes a los llamados BRICS.

Adicionalmente, esta medida encarecedora de un servicio básico contribuirá a presionar la inflación al alza.

Tenemos en este País, además de la desaceleración económica, un asomo de inflación, de tal suerte que ésta equivale ya casi a la tasa de interés de referencia, lo que hace a los réditos de las inversiones en CETES, si no neutrales, quizás ligeramente negativos.

Debe quedarles muy evidente a los Diputados que extraerle dinero a un pueblo azotado por una contracción económica es como querer extraerle sangre a las piedras.

Por lo mismo, hace mucho más sentido AHORRAR en el gasto corriente que pretender elevar los impuestos o derechos, ya que recurrir a alzas cuando la economía está en plena contracción AGRAVA el problema, y ello cuando se busca precisamente lo contrario.

Por lo pronto, deben considerar REDUCIR las partidas destinadas a los elefantes blancos sexenales, tales como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el nuevo Aeropuerto de Santa Lucía.

Dejen ustedes lo que costará construirlos, ¡lo que van a gastar en mantenerlos!

Ello, porque ninguna de estas obras tiene la menor oportunidad de ser rentable, sino que pintan para convertirse en enormes agujeros negros siderales consume-recursos a lo bestia.

Con un PEMEX quebrado, cargando la deuda petrolera más grande del mundo, con una CFE que hace tiempo dejó de ser rentable, con las finanzas federales pasando apuros por la caída en la recaudación, lo que estas obras demandarán en el futuro asegura el agotamiento de los recursos del Gobierno federal.

Agrava aún más la situación el hecho de que puede coincidir todo esto con la pérdida del grado de inversión de la deuda soberana, lo cual encarecerá de manera encamionada el costo para el Gobierno en la obtención de financiamiento.

No tendrá el Gobierno central de dónde agarrarse ahora que ya saqueó los fideicomisos para dedicarle los recursos a sus programas asistenciales/electorales.

Mucho tememos que caerán en la tentación de pretender obtener los recursos adicionales exprimiendo más a los causantes cautivos y querrán de nueva cuenta que sea la sociedad civil la que con su esfuerzo y trabajo costee los caprichos del Gobierno de la mal llamada 4T, o sea del Cuarto Trastorno.

Ello -de ocurrir- tornará imposible que haya, por lo menos en este sexenio, una recuperación económica en la que, impulsada por un dinamismo excepcional, genere la creación de millones de nuevos empleos para elevar el nivel de vida de los mexicanos.

Tristemente esto no se dará mientras, en lugar de cuidar y estimular el crecimiento económico, se dediquen a saquear el presupuesto para saciar los caprichos de un Gobierno reñido con las buenas prácticas económicas y con su propio pueblo.

Fuente: https://www.elnorte.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?urlredirect=https://www.elnorte.com/golpe-al-pueblo-2020-10-21/op191228?pc=101