Fortaleza del peso desinfla remanentes del Banxico para el gobierno
Al cierre del año, el dólar siguió debilitándose dando lugar a un tercer mes consecutivo de ganancias para el peso mexicano.
Las ganancias que se vislumbraban para el Banco de México (Banxico) en abril y todavía en septiembre, ligadas a la depreciación acumulada que registraba el tipo de cambio, disminuyeron al cierre del 2020 y lo más probable es que no serán suficientes para transferir remanentes al gobierno federal.
Con información del Banxico se observa que el dólar estadounidense continuó debilitándose al cierre del año, dando lugar a un tercer mes consecutivo de ganancias para el peso mexicano, lo que dejó la cotización en 19.95 unidades por dólar en la última jornada del 2020.
El mismo jefe de la Unidad de Crédito Público en Hacienda, José de Luna Martínez, advirtió desde el 18 de diciembre que no tenían certeza de recibir un remanente de operación del Banco de México y por ello no lo consideraron en el Plan Anual de Financiamiento 2021.
Y es que la recuperación de la moneda mexicana en el último trimestre revirtió parcialmente las pérdidas alcanzadas por la severidad de la incertidumbre al irrumpir el choque de la pandemia, el cierre de las economías en marzo y abril, los factores idiosincráticos, propios de una errática estrategia para enfrentar al Covid-19 en México y su impacto en la economía, advirtió desde Washington Alejandro Valerio, estratega en la consultora de negocios Frontier View.
“Las cuentas que daban en abril del 2020 eran en relación al año anterior (…) Aún faltaba ver el desempeño completo (…) No es lo mismo lo que se estimaría cuando el tipo de cambio estaba arriba de 25 pesos por dólar, a su nivel actual y aún ahora no podemos hablar de escenarios”, consignó el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León en la penúltima conferencia del año, realizada el miércoles 25 de noviembre. En ese momento, el dólar cotizaba en 19.9890 pesos.
Volatilidad a favor
Entre septiembre y diciembre del 2020 se presentó un repunte de los mercados financieros, impulsado por el avance de la vacuna para el Covid-19, el resultado electoral de Estados Unidos y su impacto en el estímulo monetario y fiscal para aquella economía, factores que alentaron el apetito por el riesgo, matizando la depreciación de divisas emergentes frente al dólar, explicó el director del Departamento Monetario y Económico del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés), Claudio Borio.
Un rally de mercados financieros que prendió las alarmas de organismos internacionales como el BIS, pues tal como lo explicaron en su informe trimestral, divulgado el 7 de diciembre pasado “este contexto exageró los precios de los activos”, y en el margen favoreció una depreciación acumulada del peso mexicano en todo el 2020 que fluctuó entre 4.7%, según la métrica de Bloomberg y 5.3%, de acuerdo con la administradora de fondos Franklin Templeton. Este comportamiento llevó al dólar a cotizar en 19.95 pesos en la última jornada del año, el 31 de diciembre.
Un comportamiento que aún tratándose de la primera pérdida cambiaria anual en los últimos cuatro años, no otorga suficiente margen para que el banco central, conforme lo marca la ley, obtenga ganancias suficientes para cubrir sus pérdidas y la creación de reservas.
Operaciones a detalle
En 12 años sólo 4 veces el banco central ha entregado remanentes
En los últimos 12 años, sólo en cuatro ocasiones se ha generado una utilidad suficiente en las operaciones del Banco de México (Banxico) para que pueda transferir remanentes de operación al gobierno federal, esto en el 2016, 2015, 2014 y 2008.
El precedente más cercano en que Banxico generó una utilidad que le permitió reconstituir sus reservas y transferir un excedente al gobierno, fue en el 2017, por 321,653 millones de pesos, monto que fue generado en el ejercicio fiscal 2016, cuando el tipo de cambio se depreció 20 por ciento.
El ejercicio previo donde Banxico consiguió una ganancia suficiente para transferir remanente de operación a la Secretaria de Hacienda fue en el 2015, en esa ocasión el tipo de cambio se depreció 17% anual, el remanente transferido sumó 239,000 millones de pesos.
Esa depreciación superó la del 2014, cuando el tipo de cambio acumuló un deslizamiento a 12 meses de 12.4%, que dio lugar a una transferencia de 31,449 millones de pesos.
En el 2008, el de la crisis mundial, el deslizamiento de la moneda favoreció la generación de una utilidad por 95,000 millones de pesos que se transfirieron a la Secretaria de Hacienda en cumplimiento de la Ley del Banco de México en su Artículo 19.
Con la ley en la mano
El destino del remanente de operación de Banxico está definido en la Ley del Banco de México y la Ley Federal del Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Estos ingresos extraordinarios deben utilizarse para fortalecer la posición financiera del gobierno federal y garantizar la reducción de la deuda pública.
De acuerdo con la ley, al menos 70% del remanente transferido debe usarse para amortizar la deuda pública del gobierno contratada en ejercicios fiscales anteriores o para reducir el monto de financiamiento necesario para cubrir el déficit presupuestario. Mientras que 30% restante se destina a fortalecer el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios o bien, incrementar activos que fortalezcan la posición financiera del gobierno.
El Banxico puede tener ganancias o pérdidas, al no tener fines de lucro está obligado a entregar al gobierno el importe de su remanente de operación tras constituir sus reservas.