En economía, Peña omite los números negativos y exalta los positivos
Fuente: Proceso
Por Carlos Acosta Córdoba
MÉXICO, D.F. (apro).- Ante la falta de datos positivos sobre el desempeño de la economía nacional, el presidente Enrique Peña Nieto señala en su Segundo Informe de Gobierno que “el principal avance en materia económica” fue “la concreción de importantes reformas estructurales, que habían sido pospuestas por años”.
Es decir, con las promesas que por ahora siguen siendo dichas reformas, “el país ya cuenta con un nuevo andamiaje que le permitirá detonar todo su potencial en los siguientes años”.
Y ya en el capítulo correspondiente a la evolución de la economía –“México Próspero”–, el presidente incurre en la clásica manipulación de cifras y datos. Omite los números negativos y exalta los positivos.
Por ejemplo, apenas hace una breve referencia a los pésimos resultados del primer trimestre de este año –apenas un 0.7% de crecimiento real anual–, en la que señala que en ese lapso “la recuperación económica fue menor a la esperada”, debido a que la economía de Estados Unidos se desplomó a causa de “un invierno atípicamente desfavorable”.
De los factores internos que contribuyeron al pobre desempeño económico del primer trimestre, ni una sola palabra.
En cambio, y como si ya la economía fuera pujante, se explaya con el segundo trimestre, en el que la economía creció a una tasa anual de 1.6%.
“Ese resultado –señala en el informe– implicó una expansión trimestral desestacionalizada de 1.04%, cifra mayor que los incrementos de 0.4% y 0.2% registrados en el primer trimestre de 2014 y en el cuarto trimestre de 2013, respectivamente”.
Más aún: “Esta cifra confirma una aceleración significativa de la economía mexicana (equivalente a un crecimiento anualizado de 4.22%) anticipando ya el mayor crecimiento que se esperaba”.
La economía, pues, viento en popa, según Peña Nieto.
Y todo se está haciendo bien, sugiere. Según él, el sistema tributario es más equitativo y se ha hecho más fácil el cumplimiento de las obligaciones por parte de los contribuyentes.
El gasto público, cuyo subejercicio en 2013 contribuyó al lento y pírrico crecimiento de la economía en ese año, ahora “se está ejerciendo de manera responsable” y es ya “un acelerador del crecimiento”.
En materia de competitividad, el país no anda muy bien ahora, pero está mejor que con el gobierno de Felipe Calderón: México se halla en el lugar 55 de una lista de 148 países y con una calificación de 4.34. En cambio, en el periodo 2007-2012 México tenía una calificación de 4.25, dice el informe.
Qué gran avance.
Pero también el presidente compara peras con manzanas. Por ejemplo, dice que según el Banco Mundial, el crédito interno al sector privado en México se incrementó de 25.7% en 2011 a 27.5% en 2012.
No da los datos de 2013 y 2014, que son las que debería informar, para saber si hubo avance o no.
En cambio, da las cifras de crédito otorgado sólo por la banca comercial al sector privado a junio de 2014, que sumó 2.6 billones de pesos, un incremento real anual de 4.9% y equivalente a 15.4% del PIB.
Igual, no da cifras comparables del último bienio de la administración pasada, para saber de qué tamaño fue el avance… si lo hubo.
Eso sí, asegura el presidente en su informe, que en lo que resta del año la economía del país tendrá un mayor dinamismo. Que la tasa esperada de crecimiento para 2014 se sitúa en 2.7%, si bien no es suficiente, “es superior al promedio de los últimos 14 años.
Clásico priista: antes de mí, la tormenta y la oscuridad; conmigo, la calma y la luz.