Economía mexicana continúa perdiendo fuerza: INEGI

Para el segundo trimestre del 2015 la actividad económica del país siguió con el trazo de una pendiente negativa. El producto interno bruto aumentó 2.2% a tasa anual real, el menor nivel registrado en un año.

Para el segundo trimestre del 2015 la actividad económica del país siguió con el trazo de una pendiente negativa. El producto interno bruto (PIB) aumentó 2.2% a tasa anual real, el menor nivel registrado en un año, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Fuente: eleconomista.com.mx

La economía mexicana hiló cuatro trimestres arriba de 2.0%, pero aún su dinamismo está lejos de las variaciones mostradas entre el 2010 y el 2012 (entre 3.2 y 6.7%); el comportamiento del PIB de México no alcanza un incremento de 3.0% desde el último tercio del 2012 (3.6 por ciento).

Existe cierta mejoría en relación a lo mostrado los dos años anteriores, aunque para este periodo siguió con el dibujo de una tendencia de desaceleración, debido a un bajo dinamismo en la demanda externa y una expansión moderada de la demanda interna.

El menor dinamismo del PIB nacional entre abril y junio derivó de la dirección negativa que se presentó en los sectores que más aportan a la producción: industrias manufactureras, comercio, construcción y minería.

Por actividades, pese a que en las de servicios su principal sector mostró un trayecto a la baja, éstas exhibieron su mayor crecimiento en 10 trimestres, de 3.1%; no obstante, comercio mayorista y minorista, con más de una cuarta parte del total terciario, obtuvo su tasa anual más baja en tres trimestres de 4.2% en el segundo tercio del año en curso.

Servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles, así como transportes, correos y almacenamiento, segundo y tercer sector en importancia dentro las actividades terciarias, compensaron el menor dinamismo del comercio, al pasar de 1.7% en el primer trimestre del 2015 a 3.3% en el periodo de referencia y de 3.0 a 3.1%, respectivamente.

Sin contar las variaciones negativas, el PIB de las actividades secundarias exhibió el menor aumento anual en más de siete años, de 0.5%; este ritmo bajo se produjo por el comportamiento de industrias manufactureras (3.0%) y de la construcción (2.8%), ambos con el menor crecimiento en un año.

Caso aparte la minería, que descendió, por sexto trimestre consecutivo, 7.6%; esto significó el mayor desplome en más de 20 años, como consecuencia de la situación caótica de la producción petrolera.

Las actividades primarias, con una participación de alrededor de 3.0% en el producto nacional, ascendieron 2.7% durante abril y junio de este año, el menor crecimiento en cuatro trimestres.

Recorte de expectativas

El crecimiento anual de 2.2% de la economía del país significó alcanzar el nuevo pronóstico de la Secretaría de Hacienda para el 2015, un intervalo de 2.0 a 2.8%, que lo recortó de un rango de 2.2 y 3.2 por ciento.

En los primer semestre del año el PIB aumentó 2.4%, y para alcanzar el límite superior del vaticinio del encargado de la política fiscal del país, se tendría que registrar una tasa de 3.1% en los próximos seis meses, variación que no se ha presentado en los últimos dos años y medio.

También el banco central, en su informe trimestral abril-junio del 2015, ajustó a la baja sus previsiones para la tasa de expansión del PIB, de 2.0 a 3.0% a un rango de 1.7 a 2.5%, que significó su cuarto recorte consecutivo.

Sector industrial lastre el crecimiento

Para Joan Enric Domene, analista de Invex, el sector industrial se mantiene como el principal lastre de la actividad económica con un crecimiento moderado de 0.5 por ciento.

Las reducciones de sus expectativas de Hacienda y Banxico, aseveró, obedecieron a la desaceleración en la demanda externa durante el primer semestre y la baja en la producción petrolera de México.

El especialista manifestó que por el momento, espera que la recuperación del consumo compense parcialmente el menor dinamismo del sector industrial, y que la recuperación de la economía estadounidense y la depreciación del peso influyan positivamente en la demanda externa por manufactura mexicana.

No obstante, agregó que la persistente debilidad del sector minero y la menor demanda externa durante la primera mitad del año suponen un riesgo a la baja a su expectativa de crecimiento anual de 2.6 por ciento.

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