Difícil, PIB de 2.5% previsto para el 2014
Fuente: El Economista
Por Yolanda Morales
Estimación oficial del gobierno es de 2.7%; industria y servicios débiles.
La economía mexicana tendría que alcanzar una expansión superior a 4% en los últimos cuatro meses del año para cumplir el pronóstico medio de crecimiento que trae el mercado, de 2.5%, advierte el economista en jefe del Deutsche Bank en México, Alexis Milo.
Al incorporar el dato arrojado por el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) al mes de agosto, aclara, “vemos irreal que el PIB alcance la expectativa de crecimiento que tenía el mercado”, dice.
Economistas de Goldman Sachs y Barclays concuerdan en que el dato del IGAE, a tasa anual, evidencia debilidad de la recuperación, y concuerdan que motivará un ajuste sobre sus previsiones de crecimiento.
El Consensus Forecast más reciente, levantado por Focus Economics entre 31 panelistas, es de 2.5%, ligeramente inferior al objetivo oficial de 2.7 por ciento.
Barclays y el Deutsche Bank estiman hasta ahora que la economía registrará una expansión de 2.5 y 2.3%, respectivamente, y Goldman Sachs tiene el pronóstico de 2.4%, también a tasa anual.
Barclays estimó que Banxico tomará nuevas acciones en la próxima reunión del 31 de octubre, ante los riesgos que para el crecimiento mundial han aumentado y que el empuje externo a la economía podría ser más bajo ahora.
Además, “creemos que Banxico va a reaccionar a la persistente debilidad de la economía, que ya ha ocurrido en el pasado reciente, dado que un ciclo de alzas en Estados Unidos parece todavía lejos”.
El banco central espera que la economía mexicana crezca en un rango de entre 2 y 2.8 por ciento.
Por su parte, los analistas encuestados por la misma institución han venido ajustando sus previsiones y en la última encuesta la fijaron en 2.47%, en la que ponen a los problemas de inseguridad pública como una de los principales factores que pueden frenar el crecimiento, su segunda preocupación es la política fiscal que se está implementando.
Por su parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público calculó su meta de crecimiento para el 2014 en 2.7 por ciento.
Sin cambios monetarios
Los analistas coinciden en que la Junta de Gobierno del Banco de México tendrá que mantener sin cambios el sesgo de su política monetaria, pese a la evidente debilidad que mantiene la recuperación económica.
A una semana de que el órgano directivo de la política monetaria anuncie su decisión mensual, concuerdan en que el sorpresivo dato del IGAE, al mes de agosto, ameritará una consideración para los banqueros centrales.
Sin embargo, “en el balance de riesgos, la inflación parece haberse deteriorado en el corto plazo” explica el subdirector de investigación económica en GS, Alberto Ramos.
En el balance, observa, “el banco central no cambiará su tendencia neutral”.
Por su parte, el economista en jefe para México del Deutsche Bank, Alexis Milo, explica que en este contexto, de débil recuperación e inflación, se ha ido perdiendo el objetivo anual.
“No vemos mayores recortes en la tasa de Banxico”, explicó.
“Mantenemos nuestra estimación de que el Banco Central moverá su política en secuencia al movimiento del Fed hacia fines del 2015”, remata.
Economía se debilita en agosto
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía muestra un deterioro en el IGAE de agosto a tasa anual con respecto al dato a 12 meses del mes previo, al pasar de un registro de 2.47% en julio a 1.29% en agosto.
La actividad económica en agosto fue menor a lo esperado, ante un débil desempeño de la industria y del sector servicios.
Al interior del sector industrial, la construcción creció 4.5%, mientras que la manufactura se desaceleró a una expansión de 1.4 por ciento.
En servicios, esta actividad se contrajo 0.2%, desde una expansión de 0.4% en julio, con caídas en cuatro de los ocho componentes.
Por su parte, el sector comercio sigue mostrando debilidad, lo que contrasta con la notable expansión de las ventas comerciales, donde se realizó un cambio de metodología.
En su reporte, Invex Banco estima que, a pesar del mal dato, la tracción de la economía estadounidense mantendrá la fortaleza del sector manufacturero y que el gasto público mantendrá la inversión en construcción a la alza.
Para la demanda interna espera un mayor dinamismo ante los buenos resultados de la confianza al consumidor.