Comunicado ANEI: Se confirma un bajo crecimiento para 2014
La cifra oficial que acaba de anunciar el INEGI, del crecimiento del PIB de 1.8% al primer trimestre, refleja la falta de capacidad para incentivar la inversión y producción Nacional, situación que ha aquejado al país en las últimas décadas. En consecuencia, es razonable suponer que la política económica no ha sido la adecuada.
Esto confirma lo que ya se venía advirtiendo sobre el bajo crecimiento económico, a pesar de la negativa del Gobierno Federal en reconocerlo, ya que éste seguía manteniendo una estimación de 3.9% para este año, afirmando que gracias a las reformas estructurales que impulsa la economía crecería.
De acuerdo al último dato disponible, el consumo creció únicamente 1.5%, componente que está relacionado directamente con los ingresos de las familias (empleo) y representa aproximadamente el 65% del PIB. La inversión, que es indispensable para aumentar la productividad y el crecimiento, muestra un crecimiento de -3% (negativo); esto refleja la falta de oportunidades de inversión y perspectivas poco alentadoras en el sector productivo. La balanza comercial sigue manteniendo un saldo negativo, lo que es adverso para el crecimiento; esto a pesar de que las exportaciones manufactureras han tenido un crecimiento gracias a la mejora económica de Estados Unidos.
El bajo crecimiento del país se traduce en falta de empleos. De los 1.1 millones de empleos anuales que se requieren, en el último año tan solo se crearon 369 mil. En contraste, el sector informal alcanzó ya la cifra de 14 millones de personas; y en lo que refiere al salario promedio, éste decreció 0.2% en el último año en términos reales, lo que implica una disminución del ingreso real de las familias.
La reforma fiscal ha sido un revés al crecimiento. El sector financiero mantiene una política de poco crédito al sector productivo; los programas de apoyos a PyMES han sido poco efectivos por la excesiva burocracia; y el Gobierno antepone su interés de mayor recaudación sin considerar cómo sus acciones están afectado a la economía.
Las llamadas “Reformas Estructurales” que se han realizado en esta gestión no generarán crecimiento si no hay un cambio en los dogmas de política económica que se mantienen en el país. Manifestamos nuestra preocupación y rechazo a seguir tomando acciones contrarias a lo que verdaderamente necesita México para lograr crecer económicamente.
Reiteramos que es necesario aplicar políticas efectivas para incentivar la inversión y el crecimiento económico. Éste se dará únicamente a través del fortalecimiento del mercado interno; eliminando los monopolios y oligopolios de forma efectiva para bajar los precios de insumos básicos para la producción; que los precios de energéticos no sea usados con fines recaudatorios y se fijen a niveles competitivos; tasas de interés competitivas reorientando al sector financiero a que cumpla su función; política cambiaria que refleje un nivel competitivo impidiendo distorsione con la entrada de capitales golondrinos y excedente de divisas del petróleo; y una carga fiscal equitativa y simplificada, siendo el Gobierno quien debe dar el ejemplo con un gasto austero, eficiente y eliminando la creciente corrupción.
Solo así se lograrán las condiciones adecuadas para alentar al mercado interno, generando verdaderas oportunidades de inversión, y en consecuencia, empleo y crecimiento.