La reforma energética debe ser en beneficio de todos
(Fuente: La Jornada, junio 24 de 2008).
Por: Laura Poy Solano
En México es imperioso impulsar una reforma estructural del sector petrolero y un plan energético de largo aliento diseñados para beneficio de todos y no de unos cuantos, afirmó el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, quien advirtió que es urgente “restaurar el valor de la política y, más aun, preservar la unidad de la nación”.
Al inaugurar los trabajos del debate universitario sobre la reforma energética, alertó que en la discusión de un tema estratégico para el país, como la reforma a Petróleos Mexicanos (Pemex), se actúa contra los intereses del país al sostener posturas maximalistas, “como también lo hacen quienes consideran que en México no hay capacidad de ejecución y, peor aun, quienes ven en el proceso la oportunidad de hacer negocio”.
Enfatizó que a estos últimos “habría que recordarles que la riqueza nacional es de todos y que debe ser la fórmula para promover el desarrollo nacional y para alcanzar niveles pertinentes de justicia social”.
En la primera jornada de debate en el auditorio Raoul Fournier, de la Facultad de Medicina –una de las dos sedes del encuentro–, académicos, investigadores y profesores eméritos se pronunciaron por la construcción de una política energética nacional de largo aliento, en la que se tomen las decisiones “no por un solo individuo o partido, sino con la participación social y un amplio debate sobre la política energética que queremos construir como nación”.
Calderón, a contracorriente
Especialistas plantearon que la reforma gubernamental no sólo “va a contracorriente de la tendencia internacional que procura desprivatizar el sector energético, sino que se trata de una iniciativa incompleta y con una visión de corto plazo”.
En su mensaje a la comunidad universitaria, Narro Robles enfatizó que no existe sustituto para el diálogo, al que consideró indispensable para alcanzar acuerdos, conciliar diferencias, aceptar discrepancias y vivir en pluralidad.
Agregó que en las instituciones públicas de educación superior “sabemos, por la naturaleza de nuestro trabajo, que no existen verdades absolutas, que es la crítica la que hace avanzar el conocimiento, pues el pensamiento crítico genera el cambio y la renovación”.
El rector de la UNAM destacó que en un ejercicio de autonomía y “al margen de cualquier poder”, la máxima casa de estudios convocó a un debate en el que se ponen a disposición de la sociedad mexicana “todas sus capacidades y saber acumulado, y las opiniones fundadas de sus académicos en torno a la reforma energética”.
Sin duda, dijo, se requiere una “gran reforma del sector energético para avanzar en el mejoramiento económico de toda la sociedad”, pero ésta se debe sustentar en una visión de largo aliento que permita “no sólo resolver problemas previos, sino anticipar los nuevos retos”, e insistió en que el país demanda la construcción de consensos, por lo que llamó a la comunidad universitaria a no permanecer al margen de la reflexión sobre las políticas que definen el futuro rumbo de la nación.
En entrevista posterior, afirmó que la “apuesta no es ni puede ser por la división del país. Los mexicanos requerimos unidad y podemos hacerlo”, pues enfatizó que se debe discutir en un clima de pluralidad y “pensar, sobre todo, en el impulso que la justicia social debe recibir”.
Participación sin exclusiones
Reunidos en Ciudad Universitaria, Rolando Cordera, profesor emérito de la UNAM; Claudio Estrada Gasca, director del Centro de Investigaciones en Energía; Jorge Eduardo Navarrete, catedrático del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, y Luis Escobar, profesor de la Facultad de Derecho y ex gerente jurídico de Pemex, des-tacaron que el inicio de una discusión sobre la reforma petrolera debe ser un “primer paso de un gran debate nacional sobre la política energética que deseamos construir”.
Al abordar el desarrollo de la política energética en México, Escobar, quien dio lectura al mensaje del catedrático en derecho Aquilino Vázquez, destacó que es inconstitucional la reforma propuesta por el Ejecutivo federal, ya que la Carta Magna señala de forma expresa que en “materia de petróleo no habrá ni contratos ni concesiones, al ser tareas reservadas al Estado, y con estas reformas lo que se pretende es el ingreso, por la puerta de atrás, de la iniciativa privada a las actividades que tiene reservadas el Estado, como la refinación o la distribución del petróleo por ductos”.
En tanto, especialistas en geopolítica energética destacaron la necesidad de construir una política “de cara a las necesidades nacionales y, al mismo tiempo, que garantice la preservación de reservas petroleras para las próximas generaciones”.
Alfredo Jalife Rahme, profesor de posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y colaborador de La Jornada, afirmó que mientras 95 por ciento de las reservas internacionales de petróleo está manos de los estados, al considerar a los hidrocarburos como de “interés nacional estratégico, en México Felipe Calderón y sus asesores van en el sentido opuesto, al plantear una reforma energética entreguista, cuando la tendencia mundial es hacia la renacionalización” de esos recursos.
En el encuentro, en el que participarán 91 catedráticos de la UNAM y de otras instituciones, los especialistas alertaron que ante la creciente demanda energética a escala mundial, los hidrocarburos “no pueden ser nuestra única apuesta, cuando en otras partes del mundo, como en la Unión Europea, se ha hecho una inversión cuantiosa en ciencia y tecnología para desarrollar fuentes alternas y no depender de un recurso natural no renovable”.
Sin embargo, advirtieron, México depende en 92 por ciento para la producción de su energía primaria de combustibles fósiles, cuando con la aplicación de nuevas tecnologías, como la energía solar, “se podría captar un potencial energético similar a todos los yacimientos petroleros del planeta”, afirmó Claudio Estrada, quien exhortó a invertir en energías renovables que además “garanticen un futuro más sustentable en materia de medio ambiente”.
En las ponencias libres, abiertas a la participación del público en general, especialistas, investigadores y estudiantes se pronunciaron por frenar un proceso de privatización que “sólo responde a los intereses de las grandes trasnacionales, cuando lo que se requiere es abrir una debate más amplio para discutir temas de interés nacional, que no pueden reducirse a asuntos fiscales, técnicos o macroeconómicos, ante el evidente impacto social, político e incluso cultural del petróleo en México”.
En la discusión de un tema estratégico para el país, como la reforma a Pemex, se actúa contra los intereses del país al sostener posturas maximalistas, “como también lo hacen quienes consideran que en México no hay capacidad de ejecución y, peor aun, quienes ven en el proceso la oportunidad de hacer negocio”, asegura Rector de la UNAM.