Amaga fisco a empleo
(Fuente: El Norte, octubre 19 2009)
Ma. Dolores Ortega y Francisco Cepeda
En un panel organizado por EL NORTE, resaltaron que los cambios en la consolidación fiscal y el mayor Impuesto Sobre la Renta (ISR) afectan también la inversión y restan competitividad a las compañías.
En la propuesta fiscal que se debate en el Congreso, y que deberá ser definida mañana, el Gobierno propone subir de 28 a 30 por ciento la tasa del ISR y modificaciones al esquema de consolidación fiscal que obligarían a las empresas a pagar el 60 por ciento de impuestos diferidos a más tardar el 30 de abril del 2010, refirió Francisco Javier Saucedo, miembro de la Comisión Fiscal del Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León y gerente fiscal de Embotelladoras Arca.
"En México todo es al revés; ningún país en el mundo sube impuestos y menos al ingreso (en época de crisis)", criticó al respecto Fernando Turner, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios Independientes.
Guillermo Dillon, director de la Caintra de Nuevo León, alertó que el fisco absorbería recursos que las empresas podrían utilizar para invertir y generar empleos.
"Además les restan competitividad a las compañías frente a sus competidores globales", advirtió.
En el panel participaron también el abogado fiscalista Óscar Adame; Marco Antonio Pérez Valtier, asesor económico de la Cámara de Senadores, y José Lee Hidalgo, asesor fiscal y director del Instituto Superior de Estudios Tributarios.
Según la propuesta del Ejecutivo, los ingresos esperados por los cambios en la consolidación fiscal, que consisten en acotar a cinco años el diferimiento de pago de impuestos, pero con retroactividad a los ya diferidos, serían de 27 mil millones de pesos y afectarían a 4 mil 862 empresas de 422 grupos o corporativos del País.
Los especialistas advirtieron severos efectos si aumentan o aplican el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las telecomunicaciones, a la cerveza, a otras bebidas alcohólicas, tabaco, refrescos y a frituras o comida "chatarra", así como si aprueban un nuevo gravamen de 2 por ciento generalizado al consumo para el combate a la pobreza.
"Da la impresión de que la voracidad del fisco está llegando a un punto en donde ya son descarados (los funcionarios de Hacienda) en la presentación de sus números y en sus argumentos de gastar más para así estimular la economía", dijo Turner.
"Esto es un problema político, no técnico (de los impuestos), y la sociedad tiene que pararle el alto en una forma definitiva y completa al Gobierno para que dejen de molestarnos (a los empresarios); lo que queremos es trabajar y producir en paz", agregó.
Pérez Valtier criticó que, con su paquete económico, el Gobierno busque subir el nivel de gasto público, continuar alimentando la maquinaria burocrática que acrecentó en los años de altos ingresos petroleros e incrementar los programas de gasto.
"Nos están proponiendo un paquete en donde no nada más se subsana el anunciado 'boquete fiscal", sino que van 136 mil millones de pesos arriba (contra el presupuesto del 2009)", afirmó.