Opacidad en San Lázaro
Fuente: Proceso
Por Jesusa Cervantes
MÉXICO, DF, (apro).- Los coordinadores parlamentarios y el presidente de la Mesa Directiva llevan mano en lo que a recursos sin comprobar se refiere en la Cámara de Diputados, según versiones que corren por los pasillos de San Lázaro.
La primera versión es que desde septiembre de 2012, cuando el PAN encabezó la Junta de Coordinación Política (Jucopo) con Luis Alberto Villarreal al frente, y el Comité de Administración –instancia que se encarga de autorizar dinero extra a grupos parlamentarios, así como obras–, con el también diputado panista José Martín López Cisneros, autorizó una módica cantidad de 2 millones de pesos mensuales para los coordinadores de PRI, PAN y PRD.
Incluso, Villarreal fue acusado de exigir una comisión a presidentes municipales a cambio de lograr la inclusión de obras para sus ayuntamientos en el Presupuesto de la Federación que año con año avala el Congreso. Esto no lo destronó de su privilegiada posición, sin embargo, sí lo hicieron los videos que lo exhiben, junto con otros panistas, entre ellos el diputado López Cisneros, en una fiesta con teiboleras.
Al parecer, los panistas tienen mayores resquemores cuando se les cuestiona su moral que cuando se les acusa de corrupción. Para el caso resulta ser lo mismo, pues una y otra van de la mano al tratarse de un asunto de ética política.
Pues bien, cuando este bailador diputado López Cisneros presidió el Comité de Administración se habría aprobado la entrega de 2 millones de pesos sólo para los coordinadores de PRI, PAN y PRD.
Hoy ambos diputados están fuera del manejo de los recursos, pues fueron destituidos por Gustavo Madero; y para lo que resta de la legislatura, con contratos de obra millonarios “translegislativos” autorizados, ambas posiciones podrían ya no resultar tan vitales para aquello de las aprobaciones.
Pero existe además una vieja versión sobre el manejo discrecional de los dineros en la Cámara de Diputados. Se trata de un acuerdo de la Jucopo en tiempos de Emilio Gamboa Patrón, en la Legislatura 2006-2009. Y tiene que ver justo con la Mesa Directiva de San Lázaro.
Dicho acuerdo consideraría, de ser cierto, que al presidente se le entrega mes a mes un millón de pesos, 750 mil para cada vicepresidente y entre 300 y 400 mil a los secretarios de la Mesa.
Ambas entregas, para los coordinadores parlamentarios como para los integrantes de la Mesa, serían en un mayor porcentaje y sin obligación de ser comprobados. Es decir, como en el caso de las subvenciones extraordinarias que se depositan en las cuentas de cada coordinador parlamentario, éstos pueden hacer uso de esos recursos de manera discrecional, pues no es necesario facturar, sin embargo, se entiende que tales recursos serían para el pago de asesores de la Mesa Directiva. A saber.
De lo anterior se deduciría que si antes Silvano Aureoles Conejo, presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, puede disponer desde septiembre de 2012 a agosto de 2014 de las millonarias subvenciones extraordinarias que se entregaron al PRD, ahora podrá hacer lo mismo desde su nueva posición de escaparate como presidente de la Mesa Directiva.
Sería bueno que Aureoles, quien pretende ser gobernador de Michoacán, aclarará cómo utilizó las subvenciones extraordinarias, y si éstas las entregó al resto de sus compañeros de bancada o en qué destinó los recursos. Abonaría con ello a despejar las dudas que pudieran tener los michoacanos a quienes pretende convencer que sería un honesto y eficaz mandatario.
Por lo pronto, el presidente de la Mesa Directiva anda tan ‘encarrerado’ en pos de su candidatura que hasta Enrique Peña Nieto ya lo notó. Aureoles aparece en cuanto evento se le invita y por más sencillo que pudiera ser, él manda elaborar su boletín de prensa, como sucedió el martes 9, cuando por izar la bandera en la plaza cívica de San Lázaro envió un comunicado a todos los medios.
No por nada Peña Nieto le dijo en el evento de líderes, “después de observar que ha sido muy aplaudido Silvano, pareciera que estuviera en campaña, pero bien lo hace al acudir a las mujeres, que son la mayor fortaleza”, luego de que Aureoles pronunciara su discurso y reclamara mayor presencia femenina como líderes.
Durante los dos años que Aureoles estuvo al frente de la fracción del PRD nunca se distinguió por ser un “gran operador político”, y menos aún pronunció algún discurso memorable, a pesar de que encabezó la “segunda fuerza” política en San Lázaro, justo cuando se dieron las reformas que cambiarán la fisonomía del país y la vida de los mexicanos.
Silvano Aureoles pareció más bien limitarse a cumplir las órdenes del presidente de su partido, Jesús Zambrano, e incluso en muchas ocasiones pareció poner mayor atención al coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, que a su propia bancada, pues eran constantes sus visitas a la curul del priista.
La clase política que hoy integra la Cámara de Diputados haría bien en transparentar el manejo de sus recursos, pues sobre ella pesan dudan y suspicacias de qué se hizo con las millonarias partidas económicas a las que tuvieron acceso. En este espacio no se acusa a nadie, sólo se da cuenta de los constantes comentarios y versiones que hacen los propios funcionarios de San Lázaro.