Provoca México su propia crisis
Fuente: El Norte.
Luis Valle
Monterrey, México (19 junio 2014).- Las causas de que la economía mexicana esté agravando su estado anémico son internas, no culpa de Estados Unidos, y responden a las malas políticas que se han instrumentado o dejado de hacer en los últimos años, coinciden especialistas.
«La economía mexicana tiene un sinnúmero de obsolescencias que no le permiten crecer a una tasa mayor del 2.5 por ciento, que tienen que ver con una falta de reformas en los últimos 14 años. El problema lo crearon nuestros mismos Gobiernos», expuso Alfredo Coutiño, director para Latinoamérica de Moody’s Analytics.
«Y desde el 2013 hay una conjunción de factores coyunturales que ha tenido que ver con el ciclo político, el retraso en la inversión pública y problemas financieros del sector construcción».
En el 2013, la economía mexicana creció 1.06 por ciento y en el primer trimestre del 2014 apenas lo hizo al 0.64 por ciento anual, además, el 6 de junio, el Banco de México volvió a reducir su estimación de crecimiento para todo el año en curso, de un rango de entre 3 y 4 por ciento a uno de entre 2.3 y 3.3 por ciento.
Con esta pérdida de vigor de la actividad nacional, el PIB de Estados Unidos ya liga cuatro trimestres creciendo más que el de México a tasa anual, algo que tradicionalmente nunca sucedía.
«Sorprendentemente, desde el 2013, hay una desincronización: Estados Unidos continúa avanzando y México crece muy lento. Es injusto seguir culpando a Estados Unidos de lo que le está pasando al crecimiento económico en el País», consideró Coutiño.
Jonathan Heath, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, señaló que la menor correlación entre el crecimiento del PIB de ambos países se debe a que los sectores manufactureros que están mejor en Estados Unidos no son aquellos que demandan exportaciones mexicanas.
Tanto Heath como Luis Foncerrada, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, coincidieron en que la reforma fiscal y el flojo ejercicio del gasto público han frenado la inversión en sectores como la construcción y las manufacturas.
De hecho, la semana pasada el Inegi informó que en marzo la inversión fija bruta cayó 2.38 por ciento anual, con lo que sumó 11 meses consecutivos de bajas.
Y en mayo, el índice de confianza empresarial registró una reducción anual de 9.57 por ciento en el sector comercial, de 8.13 por ciento en el de manufactura y de 4.04 por ciento en la construcción.
«Lo más obvio, pero nunca lo va a hacer el Gobierno, es darle reversa a todo lo que hicieron en la reforma fiscal, eso sería lo mejor y lo más inmediato», sostuvo Heath.
«Cualquier otro país, si ve que la economía está estancada, lo que hace es bajar impuestos, no subirlos. Eso obviamente fue una política equivocada».
Foncerrada añadió que las caídas a tasa anual en los últimos seis trimestres de la construcción de obras de ingeniería civil dan la pauta de una recuperación que no se ve.
